El fortalecimiento del poder naval brasileño, con el objetivo de garantizar la soberanía nacional sobre las riquezas como las reservas de petróleo, exigirá inversiones de hasta 223.500 millones de reales (más de 127.042 millones de dólares) hasta el año 2030, según los números presentados por el jefe del Estado Mayor de la Armada brasileña, el almirante de Escuadra Luiz Umberto de Mendonça, en audiencia pública de la Comisión de Relaciones Exteriores de Defensa Nacional (CRE).
Hasta 2030, dijo el almirante, será necesaria la adquisición de 20 submarinos convencionales y de seis nucleares, entre otras embarcaciones, además de la constitución de una segunda escuadra que será situada en un estado aún no definido de las regiones del norte o nordeste. Con la inversión prevista, explicó, según recoge el Jornal do Senado da República Brasileira, será posible desarrollar los más importantes proyectos de la Marina, como el programa nuclear.
“No es megalomanía. La estrategia de disuasión es prioritaria en tiempos de paz y la mejor forma de evitar un conflicto armado”, afirmó Mendonça durante el panel ‘Pré-Sal: papel das Forças Armadas na defesa do patrimônio e alocação de recursos para essa finalidade’, parte del tercer ciclo del conjunto de debates promovido por la comisión de respecto de las instrucciones de la política externa brasileña.
En la apertura de la audiencia, presidida por Cristovam Buarque, senador socialista, y con contó con la presencia de diplomáticos de otros países, el profesor Simon Rosental, de la Escuela Superior de Guerra observó que el mundo sólo dispone de reservas conocidas de petróleo para los próximos 45 años, diez en el caso de los Estados Unidos. Según su opinión, el siglo XXI marcará el fin del periodo histórico de quema de petróleo como combustible.
“Brasil descubrió el pré-sal cuando en el mundo las reservas descienden. ¿Qué debemos hacer? Utilizar las tres Fuerzas Armadas conjuntamente para garantizar el poder de disuasión sobre toda esa área y defender la soberanía y la integridad del país. Es común oír que no habrá necesidad de recursos para las Fuerzas Armadas, pues estamos en el Atlántico Sur, el lugar más tranquilo del planeta. Hay cierta verdad en ello, pero el error es el foco. La amenaza viene de la línea del Ecuador por encima”, alerta Rosental.
Por su parte, el presidente de la Comisión Coordinadora del Programa Aeronave de Combate, el brigadier de Aire Carlos de Almeida Baptista Junior, afirmó que la región donde están localizadas las reservas del pré-sal será un “área sensible” del territorio brasileño, pues el país precisará estar preparado para garantizar una “pronta respuesta” a cualquier amenaza externa. Así, el brigadier De Almeida informó que será montado para una región un modesto sistema de control de tráfico aéreo y dijo que aguarda “con ansiedad” la decisión final del Gobierno al respecto de la compra de los nuevos cazas para laFuerza Aérea Brasileña (FAB).
“El pré-sal es y será punto de codicia. Se trata de una riqueza que precisa ser defendida, por ello la disuasión debe ser permanente”, observó Carlos de Almeida Baptista.
El mencionado senador Buarque observó que si las inversiones para la defensa del pré-sal fueran mayores de los previstos para la defensa del país, debe ser realizado con recursos provenientes de esas propias riquezas y “no de la nación brasileña como un todo”. Ana Amélia del partido PP-RS resaltó la necesidad de una atención especial a la defensa de la Amazonia, a pesar del énfasis actual en la región donde se encuentran los yacimientos de petróleo.
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